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Peeling (exfoliación) química

Un peeling químico es un tratamiento que consiste en la aplicación de una solución ácida sobre la piel para exfoliar las capas superficiales dañadas. Imagina que estamos realizando una exfoliación profunda y controlada para revelar una piel más nueva y saludable.
Así es como funciona un peeling químico:
- Aplicación de la solución: Aplicamos cuidadosamente una solución química sobre tu piel. La composición y la concentración de esta solución varían dependiendo del tipo de peeling que necesites y de los objetivos del tratamiento. Los ácidos más comunes incluyen el retinoico, glicólico, salicílico, láctico, azelaico, entre otros.
- Exfoliación controlada: La solución ácida actúa disolviendo las uniones entre las células de la capa más externa de la piel (la epidermis). Esto provoca una exfoliación controlada de estas células dañadas o envejecidas.
- Revelación de piel nueva: A medida que las capas superficiales se desprenden, se revela una piel más fresca, suave y a menudo con un tono más uniforme.
¿Qué beneficios puedes esperar de un peeling químico?
Los peelings químicos se utilizan para tratar una variedad de problemas de la piel, como:
¿Qué esperar después del peeling?
Después de un peeling, es normal experimentar cierta sensibilidad, enrojecimiento y descamación de la piel. La descamación suele ocurrir al día subsiguiente del procedimiento. La intensidad de estos efectos dependerá de la profundidad del peeling.
En resumen, un peeling químico es un procedimiento seguro y efectivo para mejorar la apariencia de la piel mediante la exfoliación controlada de sus capas superficiales.